Se recordará siempre. El Barcelona conquistó su 32ª Copa del Rey tras un partido para la historia, venciendo 3-2 al Real Madrid con un gol de Koundé en el minuto 116. Una final trepidante, cambiante, eléctrica, que mantuvo en vilo a todo el público de La Cartuja.

El Real Madrid simplemente no se presentó en la primera parte. Superados física y anímicamente, los blancos fueron dominados sin piedad por un Barcelona sublime. El gol de Pedri en el 27, tras una gran acción de Lamine Yamal, reflejó un dominio absoluto que pudo ser mayor de no ser por Courtois.

El Barça bailaba; el Madrid sufría.

La entrada de Mbappé en la segunda mitad cambió todo. A pesar de jugar lesionado, el francés igualó el partido con un disparo magistral de falta directa. Poco después, Tchouaméni cazó un córner perfecto para poner el 1-2.

Cuando más controlaba el Madrid, Ferran Torres aprovechó un error de Courtois y un Rüdiger cojo para igualar el Clásico y forzar la prórroga.

Ya en la segunda parte del tiempo extra, con ambos equipos fundidos, Koundé cazó un balón suelto tras un fallo blanco para marcar el 3-2 definitivo.

Polémica arbitral y sanciones graves

El VAR fue protagonista: corrigió un penalti a favor del Barça por piscinazo de Raphinha, anuló un penalti a Vinicius por fuera de juego y desató la frustración madridista.

Ya con el pitido final, Rüdiger fue expulsado por lanzar una botella y Bellingham también vio la roja. Ambos podrían perderse partidos importantes de Liga.

Una final para la eternidad

(El FC Barcelona se corona campeón de la copa del rey)

El Barça, bajo la batuta de Flick, demuestra que sabe sobrevivir en la épica y en el drama. El Real Madrid de Ancelotti luchó hasta el final, pero la Copa viajará de nuevo a Can Barça, tras una noche mágica que nadie olvidará jamás.

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