La llegada de Alex Bregman a los Red Sox no solo trajo un antesalista de élite, también encendió una tormenta interna. ¿Valió la pena la apuesta? Hoy, con más de 50 juegos disputados y una lesión en el panorama, la respuesta empieza a esclarecerse.
Tras semanas de tensión con Rafael Devers, quien defendió su puesto en la antesala, Bregman dejó que su bate hablara. En sus primeros 51 juegos, bateó para .299 con 11 cuadrangulares y 35 impulsadas, números que lo posicionaron entre los mejores terceros bases de la liga.
Defensivamente, mantuvo el nivel que lo llevó a ganar su primer Guante de Oro en 2024. Aunque sufrió una rigidez en el cuádriceps derecho el pasado viernes, hasta ese momento lideraba a los antesalistas en dobles y extrabases, beneficiándose del ‘Monstruo Verde’ en Fenway Park.
En contraste, Devers encontró estabilidad como bateador designado. Su repunte ofensivo lo ha llevado a liderar la Liga Americana en impulsadas con 47, superando incluso a Aaron Judge.
La lesión de Bregman abre espacio para observar a promesas como Marcelo Mayer, mientras Boston espera que la ausencia del estelar tercera base no se prolongue. Si vuelve sano, podría estar firmando la mejor temporada de su carrera, incluso superior a la de 2019, cuando fue subcampeón al MVP.
¿Negocio redondo? Todo apunta a que sí. Pero la salud, como siempre, tendrá la última palabra.





