Los Padres se llevaron el primer encuentro en Petco Park; la víctima: los Piratas de Pittsburgh. Con un marcador de 2-0 y una espectacular salida de calidad por parte de Nick Pivetta, lograron contener a una ofensiva visitante que mostró intención de hacer daño, pero fue completamente neutralizada.
La primera anotación llegó gracias a Jackson Merrill, quien conectó una rola al shortstop que no pudo ser fildeada correctamente. El error permitió que Manny Machado, quien corría desde segunda base, llegara hasta el plato y anotara la carrera que puso en ventaja a los Padres.
Pittsburgh logró hacerle algo de daño a Nick Pivetta en la parte baja de la sexta entrada, dándole la vuelta al marcador gracias a sencillos consecutivos de Bryan Reynolds y Spencer Horwitz. Con esos batazos, los Piratas recuperaron impulso y pusieron presión en un juego que, hasta ese momento, había sido controlado por San Diego.
En la parte baja de la sexta entrada, Luis “La Regadera” Arraez, tres veces campeón de bateo en la MLB, respondió con un imparable que remolcó una carrera más para empatar el juego. Poco después, Jackson Merrill volvió a hacerse presente con el bate, impulsando la carrera del desempate y dejando el marcador 3-2 a favor de los Padres, quienes no soltarían la ventaja el resto del encuentro.
Jason Adam entró en la octava y complicó todo para los Padres. Recibió un doble de Andrew McCutchen, para después caminar a dos bateadores y dejar las bases llenas con solamente dos outs y desde el bullpen salió el cerreador estelar de San Diego.
Robert Suárez tenía una sola misión: salir del apuro y cerrar la entrada sin permitir daño. El venezolano se enfrentó a Henry Davis, quien le peleó un gran turno hasta llevarlo a cuenta llena. Finalmente, un lanzamiento fuera de la zona de strike terminó por sellar el out, dejando sin posibilidades a los Piratas de empatar el encuentro.
Con un salvamento de cuatro outs, Robert Suárez no solo aseguró la victoria para los Padres, sino que se consolidó como líder de Grandes Ligas en rescates esta temporada, con 18. A pesar de que San Diego careció de contundencia ofensiva, logró sacar el resultado con algo de fortuna, manteniéndose firme en la segunda posición del Oeste de la Liga Nacional.
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