El fenómeno ha hablado con su brazo. Y el béisbol escucha. Shohei Ohtani, la figura más revolucionaria del deporte moderno, está cada vez más cerca de lanzar de nuevo para Los Angeles Dodgers, y su sola mención sobre la loma provoca un sismo de expectativa en toda la MLB.
Sí, Ohtani fue firmado por 700 millones para batear. Pero todos sabíamos que eso era solo la mitad del trato.
Tras meses de paciencia tras una cirugía en el codo derecho, y mientras sigue produciendo como uno de los bates más peligrosos del planeta (batea para .316, con 19 jonrones y 48 impulsadas), el dos veces MVP ahora se alista para reanudar la fase más icónica de su leyenda: el Shohei lanzador.
Lo impensable está por ocurrir antes de lo previsto. Aunque los Dodgers esperaban su retorno para septiembre, Ohtani ha acelerado su recuperación de forma milagrosa. Lo que vemos es más que un regreso: es una declaración. No hay límites para él. No hay moldes que respetar. Y no hay defensa que pueda planear un juego completo contra un equipo que tiene a Ohtani bateando tercero… y abriendo el juego desde el montículo.
Dave Roberts ha sido prudente, pero todo indica que lo veremos en acción mucho antes de lo esperado, y el impacto puede ser demoledor. En pleno camino hacia otro título, los Dodgers podrían tener pronto a un as silencioso escondido a plena vista.
Shohei no viene a completar una rotación. Viene a reescribir la historia. Porque cuando Ohtani lanza y batea, no estás viendo béisbol. Estás viendo algo que parecía solo posible en videojuegos o animes deportivos.
Prepárense. Shohei está listo para hacer magia otra vez.
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