La espera terminó. Shohei Ohtani volvió a subirse a una lomita de Grandes Ligas y lo hizo a lo grande: alcanzó las 100.2 mph con su recta en su primera apertura con los Dodgers, casi dos años después de su última salida. El “unicornio” del béisbol emocionó a un Dodger Stadium repleto que lo recibió como una leyenda viviente.

En apenas una entrada de labor, Ohtani permitió una carrera frente a los Padres, pero dejó claro que su brazo está de vuelta: 14 de sus 28 lanzamientos superaron las 98 mph. Y como si fuera poco, también brilló con el bate: se fue de 4-2 con dos remolcadas, incluyendo un doble que empató el juego en el tercer inning.

“Más allá del resultado, estoy agradecido por haber llegado a este momento”, dijo Ohtani, que estuvo 21 meses fuera tras someterse a una nueva cirugía en el codo.

Los fanáticos lo ovacionaron desde que salió a calentar. Entró al ritmo de “Feeling Good” y con cada pitcheo electrizó el estadio. Dave Roberts, su manager, lo dijo todo: “Estaba como un fan más”.

Ohtani espera lanzar una vez por semana a partir de ahora. Si se mantiene sano, el fenómeno japonés está listo para escribir un nuevo capítulo histórico con uniforme azul.

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