Con un marcador de 4-2, los locales no pudieron ganar el segundo encuentro de la serie contra Cleveland. Justin Verlander no tuvo una salida fructífera desde la lomita y recibió cuatro carreras. La ofensiva tampoco respondió, y no fueron capaces de darle la vuelta al marcador.
El tercera base de los Guardians, José Ramírez, fue el primero en dañar al lanzador veterano. En la primera entrada, tras un doblete de Kyle Manzardo, el dominicano, con un sencillo al jardín derecho, trajo la primera carrera al marcador.
La ofensiva de los Gigantes no respondió ante el gran trabajo que hizo Logan Allen, con varios ponches y elevados sin peligro. El abridor logró controlar a varios bateadores de poder, incluyendo al nuevo refuerzo proveniente de los Red Sox, Rafael Devers.
En la parte alta de la cuarta entrada, los visitantes aumentaron su ventaja gracias a un cuadrangular de tres carreras. Daniel Schneemann conectó un buen batazo entre el jardín izquierdo y central, que movió a sus compañeros, Carlos Santana y Lane Thomas, desde segunda y primera, hasta el home.
Los Gigantes siguieron intentando, pero no encontraron esos batazos que los pusieran con corredores en posición de anotar. Durante cinco entradas tuvieron hombres en base, pero no pudieron generar ese peligro con el bate para acercarse en el marcador.
Hasta la quinta entrada, el marcador se volvió a mover. Con un jonrón de dos carreras por parte de Helliot Ramos, San Francisco pareció despertar. Pero, tras un buen trabajo del bullpen de los Guardians, el plan de la remontada nunca se concretó.
Con este resultado, los Gigantes no pueden retomar el liderato de su división. Mañana, el plan en La Bahía será evitar ser barridos por unos Guardians, segundos en la División Central de la Liga Americana.





