Ni el caos de los Mets, ni la barrida dolorosa que les metieron los Braves, pudo opacar lo que Juan Soto escribió esta noche en Queens. Porque sí, los Mets siguen perdiendo ya son seis derrotas al hilo, pero entre tanto desorden, una luz: Juan Soto conectó el hit número 1,000 de su carrera.
Y no es un hit cualquiera.
Soto, a sus 26 años, ya tiene en su expediente 1,000 imparables, 200 jonrones y 800 boletos negociados. ¿Sabes cuántos jugadores han hecho eso antes de cumplir los 27? Solo dos. Mickey Mantle y Mel Ott. Ahora hay tres nombres en ese club. Y el último es latino.
Hay que detenernos a pensar en eso: no se trata solo de sumar imparables. Se trata de la paciencia para caminar 800 veces, la potencia para volarse la barda 200 más, y la constancia para hacer todo eso antes de los 27. Soto está construyendo una carrera que aunque aún le quedan varios capítulos ya huele a Cooperstown.
Mientras eso pasa, los Mets se siguen derrumbando. Perdieron 7-1 ante unos Braves que ni se despeinaron: Matt Olson se encargó del daño temprano con un doble de tres carreras, y Spencer Strider, con su estilo quirúrgico, ponchó a ocho en seis entradas.
Clay Holmes no tuvo control ni comando: seis boletos, tres carreras, y un bullpen que tampoco ayudó. El dominicano Huascar Brazobán dio tres pasaportes más y permitió otras cuatro carreras.
Y mientras todo eso pasaba… Juan Soto pegaba su hit 1,000. Discreto, pero histórico.
Es probable que nadie en los Mets se sintiera como para celebrar nada. Pero Soto, aunque ahora vista el uniforme equivocado para muchos, sigue rompiendo barreras y números a ritmo de leyenda.
¿Y tú qué opinas?
¿Es Soto el mejor bateador disciplinado de esta generación?





