Los focos del Great American Ball Park apuntarán este martes a un nuevo protagonista. Chase Burns, la joya del pitcheo de Cincinnati, hará su esperado debut en Grandes Ligas frente a los poderosos Yankees de Nueva York. Con apenas 22 años y una bola rápida que roza las 100 mph, el derecho llega con credenciales de élite: efectividad de 1.77, marca de 7-3 y 89 ponches en solo 66 entradas entre Doble A y Triple A.
Burns fue elegido número 2 global en el Draft 2024 y no ha decepcionado. Su slider, considerado por muchos el mejor de todas las ligas menores, ha sido un arma letal desde su paso por Tennessee y Wake Forest. Ahora, con los Reds aún peleando por un puesto de comodín en la Nacional (récord de 39-38), su ascenso representa una apuesta clara de la gerencia: competir y hacerlo ya.
“Creemos que Chase nos da la mejor oportunidad de ganar ahora mismo. Ha pasado todas las pruebas”, declaró el gerente general Brad Meador. La baja del zurdo Wade Miley forzó movimientos en la rotación, y tras un bullpen game el sábado, la aparición de Burns parece llegar en el momento justo. Su rival será nada menos que Carlos Rodón, uno de los brazos más sólidos de los Yankees.
Cincinnati ha sido inconsistente al bate, pero su pitcheo se mantiene en el top 15 de MLB con efectividad de 3.90 y un WHIP de 1.23. La llegada de Burns puede ser el impulso necesario para estabilizar la rotación y alimentar el sueño de octubre. El martes no será un juego cualquiera. Será el comienzo de una nueva era en Cincinnati.





