Los dirigidos por Javier Aguirre reafirman porque son el gigante de la CONCACAF
México se enfrentó a la selección de las barras y las estrellas en busca de la máxima gloría de la CONCACAF en un partido que prometía mucha intensidad y emociones para los aficionados al balompié. Los dirigidos por Mauricio Pochettino tenían bajas importantes en su plantel pues la mayoría de sus grandes estrellas de categoría europea como Pulisic, Sergiño Dest o Gio Reyna no jugaron este torneo por lo que el Tri era favorito para llevarse el tan ansiado trofeo.
El encuentro los comenzó ganando la escuadra estadounidense pues antes de llegar al minuto 5 de juego Chris Richards anotó el primer gol para los del país vecino sorprendiendo a la defensa mexicana en una jugada de balón parado y rompiendo su racha de 4 partidos de manera consecutiva sin recibir gol. A pesar de eso los dirigidos por el Vasco Aguirre tomaron rápidamente la posesión del esférico para tratar de revertir el marcador lo más rápido posible y así fue, luego de varias llegadas del equipo azteca Raúl Jimenez aprovechó un gran pase que rompía líneas de Marcel Ruiz, jugador del Toluca que actualmente vive un extraordinario momento, para emparejar la final. El gesto de Raúl después del gol conmovió a muchos pues el delantero mexicano dedicó su gol a su ex compañero en el Wolverhampton Diogo Jota, celebrando con una playera de la selección mexicana con el nombre del portuges y realizando su icónica celebración simulando jugar un videojuego.
La segunda mitad comenzó con el marcador empatado 1-1 pero con un claro dominio de el “Tri” que no dejó de insistir ante el arco defendido por Matt Freese, pues con un claro dominio de balón y de llegadas a la portería rival parecía cuestión de tiempo para que el conjunto nacional le diera la vuelta al marcador y así fue, pues al minuto 77 de partido en una jugada de balón parado Edson Alvarez anotó el gol que le daba la ventaja a los mexicanos poniendo el marcador 2-1, sin embargo no podía faltar la tensión en un clásico de la CONCACAF pues a primeras instancias el juez de línea había marcado fuera de lugar, no obstante el VAR intervinó a favor de los mexicanos y validó el gol de “El Machín”. Luego de darle la vuelta al juego los mexicanos tenían la tarea de defender su arco para llevarse el trofeo a casa y vaya que la hicieron bien pues el encuentro finalizó con el marcador de 2-1.
Con esto México conquista su décimo título de copa oro y reafirma que su mote de “El gigante de la CONCACAF” sigue vigente, además este trofeo solidifica más la etapa de Javier Aguirre al mando del conjunto tricolor pues aunque su manera de jugar no es la más vistosa los resultados siguen llegando.
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