Una noche cargada de emoción y pura energía dominicana, Brayan Bello firmó una de esas actuaciones que marcan un antes y un después en la carrera de un lanzador. El derecho de los Red Sox lanzó por primera vez un juego completo en Grandes Ligas, guiando a Boston a una victoria de 10-2 sobre los Rockies… y ganándose una ovación inolvidable de Fenway Park.

Bello no solo dominó: improvisó, resistió y brilló. Fue casi perfecto durante los primeros innings, coqueteó con la historia y cerró su faena con 10 ponches, apenas a uno de su mejor marca personal. Si no fue blanqueada, fue porque el béisbol es así de caprichoso. Pero lo suyo fue un recital.

Completar el noveno fue un sueño hecho realidad”, dijo Bello, que salió con la mirada encendida y la determinación de un veterano. Y lo logró.

Desde el primer lanzamiento, Fenway sintió que algo especial estaba por suceder. Y no solo la afición: Jarren Durán, el mexicano-americano más encendido del momento, no pudo evitar los gritos desde el jardín izquierdo. “Estaba como un loco animándolo. Esto fue espectacular”, confesó.

Ni la pérdida del PitchCom antes del noveno inning pudo detenerlo. Con el público de pie, su cambio de velocidad terminó de apagar a los Rockies y cerró su obra maestra.

Un Bello encendido, en un Boston encendido

Boston no solo ganó: arrasó. La ofensiva explotó con cuatro carreras en el sexto y seis más en el séptimo, incluyendo un misil de 456 pies de Jarren Durán, el más largo de la temporada en Fenway. El propio Durán bromeó con Romy González, que había conectado uno de 454 la noche anterior: “No podías dejarme el récord más de 24 horas”.

Para Bello, este juego fue la cereza del pastel tras semanas lanzando a gran nivel. En sus últimas seis aperturas, ha sido una roca para Cora. Boston suma cinco victorias al hilo y empieza a verse como un equipo con hambre.

Y mientras las estrellas brillan, Bello ya se metió en el corazón de Fenway. Porque noches como esta no se olvidan.

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