Ni las derrotas detienen a El Juez. En una noche gris para los Yankees en el Bronx, Aaron Judge volvió a iluminar el diamante, conectando su homerun número 350 en Grandes Ligas y confirmando que su swing no entiende de resultados, solo de historia.

Mientras los Cubs se tomaban revancha del juego del viernes ese en el que Cody Bellinger se fue largo tres veces en un despliegue brutal que silenció Yankee Stadium, este sábado tocó ver la otra cara de la moneda: una derrota por 5-2 para los Bombarderos del Bronx, aunque con un destello final cortesía del capitán.

En la novena entrada, con la serie ya casi sentenciada, Judge mandó la pelota a volar y se llevó consigo a Bellinger para evitar la blanqueada. Pero ese batazo significó mucho más: fue el HR número 350 en su carrera, un hito que lo coloca en el olimpo del Bronx y también en los libros de récords de MLB.

Con ese cuadrangular, Judge se convierte en el jugador que menos juegos ha necesitado (1,088) para alcanzar los 350 homeruns en la historia de las Grandes Ligas. Sí, más rápido que Mark McGwire, A-Rod, Pujols o Killebrew. Leyenda viva.

Y como si fuera poco, se mete al top 7 histórico de los Yankees, superando poco a poco a gigantes como Berra, DiMaggio y Alex Rodríguez. Por delante solo le quedan íconos como Lou Gehrig, Mickey Mantle y, claro, Babe Ruth.

Con el All-Star Game a la vuelta de la esquina, y su nombre ya grabado en la historia, Judge no baja el ritmo. Su lucha por el MVP de la Liga Americana sigue firme, aunque en el horizonte aparece la figura inesperada de Cal Raleigh, que está encendido y sueña con alcanzar la marca de Barry Bonds antes del Clásico de Verano.

El equipo podrá perder… pero El Juez no deja de dictar sentencia

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