Lo mejor de las Grandes Ligas llegó al Truist Park, y desde Atlanta regalaron un gran juego de pelota. Con un empate de 6-6, el marcador se definió con el nuevo formato llamado “Swing Off”, y la Nacional, respaldada por Kyle Schwarber y Pete Alonso, se llevó este triunfo entre escuadras muy poderosas.
El actual Cy Young, Tarik Skubal, sufrió en su primera entrada de trabajo. Shohei Ohtani lo recibió con un sencillo y después fue acompañado por Ronald Acuña Jr. .Quien movió a los corredores fue el segunda base de Arizona, Ketel Marte, con una línea poderosa que resultó en un doble, remolcó a dos y puso en ventaja a la Nacional.
Pero esta primera entrada fue parte del nuevo sistema ABS (Automated Ball-Strike System), y Skubal retó la decisión del umpire. Después de unos segundos, el sistema lo marcó como strike y Manny Machado fue retirado por la vía del ponche.
Paul Skenes vio acción desde la lomita, pero fue reemplazado por Clayton Kershaw. El veterano se enfrentó a dos bateadores y no sufrió rasguño alguno. El pitcher de Los Ángeles terminó su participación recetándole un ponche a Vladimir Guerrero Jr. y se fue ovacionado, con dirección al dugout, por 41,702 almas.
El encuentro siguió sin apuros para la novena de la Nacional. Los lanzadores que reemplazaron a sus compañeros en la lomita hicieron una buena labor y silenciaron a los mejores bateadores de la liga contraria: nombres como Aaron Judge, Javier Báez, Gleyber Torres, Byron Buxton, entre otros.
La Nacional continuó con un buen ritmo y, en la baja de la sexta, aumentó su ventaja sobre sus contrincantes. Fernando Tatis Jr. consiguió un pasaporte a primera y lo acompañó en las almohadillas Brendan Donovan con un sencillo. El batazo definitivo llegó por parte del “Oso Polar”: Pete Alonso expulsó la pelota en el jardín contrario, y con un jonrón de tres carreras, los locales se despegaron.
La Nacional sumó una carrera más gracias al jardinero de los Diamondbacks, Corbin Carroll, pero esa ventaja de 6-0 en un partido que dominaron de principio a fin, se tambaleó un poco en la siguiente oportunidad que tuvo la Americana a la ofensiva.
Randy Rodríguez sustituyó a Adrián Morejón y fue castigado con un jonrón de tres carreras por parte de Brent Rooker. El jugador de los Athletics remolcó a los dos mexicanos que estaban en base durante el Juego de Estrellas: Jonathan Aranda y Alejandro Kirk, quienes apoyaron a su equipo y anotaron en el diamante.
Pero no todo terminó ahí: una carrera más llegó gracias a un sencillo remolcador de Bobby Witt Jr., que acercó aún más a su novena y dejó el encuentro a solamente dos carreras, después de haber estado abajo en el marcador por un déficit de 6-0.
La Nacional continuó haciendo una buena labor, y los pitchers relevistas que salieron al montículo trabajaron de manera adecuada para que el marcador no se moviera. Con dos carreras de ventaja, los locales ya se veían triunfantes en esta edición del Juego de Estrellas 2025.
En la novena salió el cerrador con más salvamentos en la Liga Nacional: Robert Suárez tuvo la confianza del coach Dave Roberts para poner el candado en el juego, pero no lo consiguió. El venezolano permitió dos dobletes y una carrera limpia. Edwin Díaz salió en busca del rescate, pero Steve Kwan, con un batazo machucado y su velocidad, consiguió que la pizarra se emparejara.
Se tuvo que jugar el desempate en este All-Star Game, y se vivió por primera vez el formato “Swing Off”, que consiste en elegir tres jugadores de tu novena; cada uno tiene tres swings para conectar jonrones. El equipo que conecte más cuadrangulares se lleva el encuentro.
Por la Americana, los elegidos fueron Brent Rooker, Randy Arozarena y el tijuanense Jonathan Aranda. Del otro lado, los tres elegidos fueron Kyle Stowers, Kyle Schwarber y Pete Alonso.
La Americana empezó fuerte: Rooker, en tres oportunidades, se voló la barda dos veces y puso en ventaja a su equipo. Stowers no tuvo un buen desempeño, y el de los Marlins solo conectó uno. El mexicano Arozarena conectó un cuadrangular, y todo parecía indicar que la Americana dominaría.
Pero el MVP llegó: Schwarber, un especialista con el madero que le encanta mandar la pelota a las gradas, tuvo una actuación totalmente clutch y, en las tres oportunidades que tuvo para conectar, las tres se fueron para afuera, y la Nacional sonrió por un momento.
Toda la presión cayó sobre los hombros del tijuanense Aranda. En tres oportunidades para batear, lamentablemente no encontró el swing adecuado para mandar la pelota a lo profundo. Sin embargo, con un swing casi perfecto en Atlanta, el mexicano emocionó a la novena de la Americana para casi empatar.
La Nacional se lleva este Juego de Estrellas y permite que cualquier equipo en su liga tenga la ventaja de iniciar como local en la actual temporada de Grandes Ligas. Sin duda, el espectáculo no faltó, y con este emocionante final, esta gran celebración se despide para jugarse el año que viene en Philadelphia.





