Los Gigantes sufrieron otra derrota en el Oracle Park; se encontraron con unos Piratas que dominaron La Bahía. Con un marcador de 2-1, los visitantes se llevaron la serie completa en extra innings. Aunque los locales tuvieron la oportunidad de ganar el juego en la décima, fueron dominados por Isaac Mattson.

Logan Webb tuvo una excelente labor en la lomita. El abridor de San Francisco trabajó cinco episodios, en los cuales recetó once chocolates, permitió cinco imparables y solamente concedió una carrera limpia.

Del otro lado, el trabajo del pitcher Mike Burrows fue fundamental para que los de Pittsburgh completaran la tarea en tierras hostiles. El lanzador vio acción en seis entradas de trabajo, ponchó a siete bateadores, recibió tres hits y solamente sumó una carrera limpia a su promedio de efectividad.

La pizarra tardó en moverse; fue hasta la cuarta entrada que los Gigantes se fueron al frente del marcador. Heliot Ramos pegó un sencillo hacia el jardín izquierdo que lo posicionó en la primera almohadilla. Willy Adames llegó a segunda tras conectar otro hit, y Dominic Smith fue quien remolcó la carrera: otro sencillo permitió que Ramos avanzara de segunda hasta el plato.

La alegría no duró mucho para los locales. En un abrir y cerrar de ojos, los Pirates ya habían emparejado de nuevo el encuentro. En la alta de la quinta, Isiah Kiner-Falefa se embasó en primera tras un sencillo y después llegó quieto al plato, remolcado por un doblete de su compañero Spencer Horwitz.

Después de esas dos carreras, los lanzadores no permitieron más daño. El rumbo del encuentro continuó sin sobresaltos y, aunque las dos novenas intentaron irse al frente, la buena labor de los abridores y del bullpen llevó el juego al desempate en extra innings.

Llegó la décima entrada y los Piratas, con corredor fantasma, no desaprovecharon esta ventaja. Oneil Cruz avanzó a tercera base tras un rodado de out de Nick Gonzales. Henry Davis fue el héroe y movió al dominicano después de un roletazo que no llegó correctamente a segunda base, pero que permitió el out en primera. Así, la carrera de la ventaja llegó para Pittsburgh.

La novena de los Gigantes no aprovechó un error del jardinero izquierdo Jack Suwinski y, con dos corredores en base y cero outs, el panorama lucía perfecto. Mike Yastrzemski movió a los corredores con un toque de sacrificio, pero de nada sirvió, pues los dos últimos outs fueron retirados vía ponche y el encuentro se lo llevaron los visitantes.

Tras este descalabro en casa, los Gigantes se encuentran a 9.5 juegos de los líderes de la Oeste de la Nacional y también se alejaron de los Padres de San Diego. Ahora viajarán a Nueva York para comenzar otra serie complicada contra los Mets; es la oportunidad perfecta para recuperar la confianza y entrar al Comodín.

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