San Diego hizo valer su nuevo rostro y, sin contratiempos, derrotó 4-1 a los Cardinals en una noche especial en Petco Park. Mason Miller, Ryan O’Hearn y Ramón Laureano debutaron con la casaca de los Padres, dejando buenas sensaciones en su primer encuentro con la afición.
Nick Pivetta salió al montículo y consiguió su undécima victoria de la temporada, convirtiéndose en una decisión acertada por parte de la gerencia. Pivetta vio acción durante siete episodios trabajados y solo permitió un hit, que fue el jonrón de los visitantes.
En un duelo que comenzó flojo, ninguna de las dos novenas conectaba algún hit que moviera la pizarra. Las entradas pasaron rápidamente, pues los lanzadores controlaron a dos ofensivas que apenas lograban elevados y roletazos de out sin complicaciones.
El marcador se rompió en la quinta entrada, cuando los de St. Louis tomaron la delantera. Wilson Contreras, el primera base, conectó un tablazo que viajó 398 pies por todo el jardín izquierdo, poniendo a los visitantes al frente en un duelo que hasta ese momento se mantenía cerrado.
Pero la novena de San Diego no perdió tiempo y, en la siguiente oportunidad que tuvo, le dio la vuelta al marcador. José Iglesias conectó un hit que terminó en un tiro descontrolado del tercera base de los Cardinals, lo que le permitió llegar quieto a primera y abrió la puerta para que Jake Cronenworth anotara tras varios errores defensivos de los visitantes.
Después, Elías Díaz llegó al plato con la tarea de traer más carreras a la registradora y, aunque se encontró con la cuenta llena, el receptor conectó con el madero y, con un sencillo, remolcó a José Iglesias para darle la ventaja a San Diego.
Pero la fiesta no terminó ahí. Dos carreras más llegaron para los Padres y el juego quedó prácticamente definido. Fernando Tatis Jr. recibió un pasaporte, y Manny Machado lo acompañó con un sencillo. Con la casa llena, Jackson Merrill sentenció el encuentro con un sencillo remolcador de dos carreras, poniendo el marcador 4-1 a favor de San Diego.
Sin problemas, los de San Diego controlaron lo que restaba del encuentro. Pero lo que todos esperaban en Petco Park sucedió: en la octava entrada, Mason Miller salió del bullpen y deleitó a la fanaticada con su primer ponche vistiendo la camiseta de San Diego. Con un misil de 103 millas por hora, ponchó a Jordan Walker.
Miller lució muy bien en el episodio que trabajó y sabe que llegó a una organización que sueña con hacer historia este octubre y ganar su primera Serie Mundial en 56 años de existencia. El lanzador se contagió con la energía de Petco Park y salió extasiado tras una doble matanza que cerró la entrada.
El panorama favoreció a Robert Suárez. El cerrador estrella de los Padres salió por otra oportunidad de salvamento y selló un buen juego. Sin complicaciones, el venezolano retiró sin problemas a los tres últimos outs de los Cardinals para conseguir su salvamento número 31.
Con este gran resultado en casa, los Padres consiguen su cuarta victoria al hilo y sueñan con un final de temporada que podría traer el primer Trofeo del Comisionado a casa. Con un récord de 61-49, se mantienen en la tercera posición de la División Oeste de la Liga Nacional.





