En el Daikin Park, los Boston Red Sox vivieron una noche redonda y pasaron por encima de los Houston Astros con un aplastante 14-1, combinando una ofensiva imparable con un pitcheo de lujo para igualar la serie 1-1.
Alex Bregman, en su regreso a Houston, fue recibido con una mezcla de ovaciones y abucheos… y respondió a lo grande. El antesalista conectó un home run de dos carreras, su segundo cuadrangular consecutivo contra su exequipo.
Carlos Narváez no se quedó atrás: sacudió un home run de tres carreras que puso el 7-0 y prácticamente sentenció el encuentro temprano. Boston no levantó el pie del acelerador y, tras dos outs en el sexto inning, fabricó cinco carreras más. Wilyer Abreu aportó con un doble productor en la séptima, y la fiesta continuó con dos carreras en la octava y otras dos en la novena, este último ya con el jardinero Chas McCormick lanzando desde el bullpen.
En la lomita, Dustin May estuvo intratable: seis entradas sin permitir carrera, apenas tres hits y ocho ponches para sumar su primera victoria con el uniforme de Boston. Del otro lado, Spencer Arrighetti batalló con el control y dejó el juego tras cinco entradas; el relevo de Houston no pudo contener la sangría y cedió 10 carreras más.
En lo que respecta a la lucha divisional, la derrota deja a los Astros empatados con los Mariners en la cima del Oeste de la Americana. Un panorama preocupante para Houston, que comenzó el mes con ventaja y ahora acumula marca de 12-18 en sus últimos 30 juegos.





