Con un importante triunfo de visita, los Padres pegan por segunda vez en el Oracle Park y vencen a los Giants con un marcador de 5-1. Néstor Cortés ayudó a su novena a no recibir tanto daño, pero lo respaldó una ofensiva que está prendida rumbo a los playoffs.
Néstor Cortés salió por segunda vez a la lomita con la casaca de San Diego y, aunque no lanzó varias entradas, el resultado le sirvió a la organización. En cuatro entradas trabajadas, recibió seis hits de los contrarios, ponchó a seis bateadores y solamente permitió una carrera limpia.
San Diego se fue al frente en el marcador tras un error del pitcher de los Gigantes, Robbie Ray. Manny Machado pegó un sencillo y, después, llegó a tercera gracias a un doblete de Xander Bogaerts. El dominicano anotó debido a un balk de Ray y, así, San Diego subió al marcador.
Pero los Gigantes entendieron que su rendimiento no ha sido el mejor en estos últimos encuentros, y llegaron a la siguiente entrada con la meta de dañar al rival. Case Schmitt conectó un doblete hacia el jardinero Jackson Merrill y, después, anotó gracias a un sencillo remolcador de Wilmer Flores, que empató el juego.
Los Padres pasan por un buen momento, y eso se siente a la hora de verlos batear. Le dieron vuelta a la página con varios batazos oportunos. Ramón Laureano, que está respondiendo con San Diego, conectó un sencillo y, después, José Iglesias conectó su primer jonrón con los Padres y le dio la vuelta al marcador 3-1.
Cortés controló a una novena de San Francisco que lució perdida en el terreno de juego. Todos los lanzamientos del abridor resultaron en roletazos de out, elevados de out y varios ponches, que se le acumularon al pitcher que tiró su segundo juego con San Diego.
En la cuarta entrada, Ramón Laureano llegó a la segunda almohadilla después de conectar un doble. Jake Cronenworth lo trajo al plato tras un sencillo que el segunda base, Casey Schmitt, desvió con su guante y permitió que el jardinero de San Diego llegara a salvo a home.
El batazo final lo puso Jackson Merrill, que, aunque no ha producido tanto a la ofensiva como el año pasado, cuando terminó en segundo lugar del Rookie of the Year, conectó un jonrón solitario que viajó a 391 pies en La Bahía y puso punto final a un encuentro que fue solo de San Diego.
San Diego consigue un récord de 68-52 en la temporada y comparte la cima con unos Dodgers que no la han pasado bien. Los Padres demuestran que, después de este mercado de fichajes, armaron un equipo competitivo que está listo para jugar béisbol en octubre. Mañana buscarán barrer a los Gigantes a domicilio.





