Los Boston Red Sox han llegado a un acuerdo y ya firmaron al primera base Nathaniel Lowe, según múltiples reportes. El movimiento añade un bate zurdo probado y estabilidad defensiva a una posición que el club buscaba consolidar de cara al tramo final y las próximas campañas.
Lowe, de 29 años, llega con el perfil que Boston perseguía: disciplina en el plato, contacto consistente y poder intermedio, cualidades que encajan con la filosofía ofensiva del Fenway. En su mejor versión, el inicialista combina porcentaje de embasado por encima de la media con extra-bases oportunos, además de ofrecer un guante sólido que ayuda a cerrar innings.
Los términos del contrato no fueron divulgados de inmediato, pero la prioridad deportiva es clara: profundizar la alineación, proteger a los bates jóvenes y equilibrar el orden ante lanzadores derechos. Con Lowe, Cora gana flexibilidad en las construcciones de lineup y en las variantes de late game.
Para Boston, la ecuación es doble: impacto inmediato en una carrera de postemporada apretada y estable en la primera base, evitando parches de corto plazo. Si Lowe reproduce su techo reciente, los Red Sox habrán encontrado un ancla de la esquina fría que libera al resto del infield y sube el piso del ataque noche tras noche.
En una División Este donde cada turno pesa, Boston apuesta por experiencia y base-por-bolas. El mensaje es claro: los Red Sox quieren batear en octubre… y Lowe es parte del plan





