Los Padres cayeron por cuarta vez al hilo contra los Giants en el primero de la serie, con marcador de 4-3. Los locales no pudieron reponerse del daño que hicieron los visitantes en la primera entrada. Néstor Cortés sufrió su primera derrota con San Diego, y los bates importantes siguen sin responder.

Néstor Cortés salió al montículo por primera vez delante de la afición de Petco Park. El zurdo no tuvo una tarde muy buena y se fue lastimado por una oportuna ofensiva de San Francisco. En cinco episodios trabajados recibió siete imparables, ponchó a cinco y permitió cuatro carreras vía jonrones en la primera entrada.

Del otro lado la historia fue distinta. Robbie Ray consiguió su décima victoria de la temporada tras dominar a una ofensiva de San Diego que se encuentra en problemas. En seis episodios lanzados, recibió tres imparables, recetó seis chocolates y no recibió ninguna carrera.

Llegó la primer entrada y los Gigantes tuvieron un rally de cuatro carreras y comenzaron con el pie en el acelerador. Tres cuadrangulares de los visitantes viajaron en todo Petco Park para ponerlos en ventaja desde temprano.

Heliot Ramos comenzó la fiesta con un tablazo solitario que viajó por todo el jardín izquierdo. Después el primera base, Rafael Devers, se voló la barda con un cuadrangular back to back. Lo finalizó Wilmer Flores, que remolcó a Casey Schmitt con un jonrón de dos carreras para poner en ventaja a su equipo 4-0.

La ofensiva de San Diego sufrió durante las primeras seis entradas. Bates importantes, como Fernando Tatis Jr., Manny Machado y Xander Bogaerts, no produjeron peligro en el plato y cayeron dominados por Robbie Ray, que salió encendido al montículo.

La pizarra se movió hasta la séptima entrada para los Padres. Xander Bogaerts se embasó tras conectar un doblete. Después, en un error de fildeo, José Iglesias llegó a salvo a primera y remolcó a Bogaerts para traer la primera carrera de los locales en la pizarra.

El batazo que hizo vibrar y emocionarse a todos los aficionados en Petco Park fue el tablazo que conectó Ryan O’Hearn. Entró como bateador emergente y mandó la pelota por todo el jardín central, para así acercar a su novena 4-3 en el primero de la serie.

San Diego no pudo reponerse de una primera entrada productiva de los Gigantes, y aunque tuvieron oportunidades de empatar en la octava y en la novena, el batazo clave no llegó para una ofensiva a la que le urge ganar juegos para agarrar buen momentum en el final de temporada.

Con este resultado, los Padres se mantienen en la segunda posición de la División Oeste de la Nacional. San Diego necesita apretar el paso para no despegarse de la cima, que se encuentra a solo dos juegos de distancia. Mañana, sí o sí, deberán ir por la victoria.

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