En Hong Kong, la noche fue de puños apretados y final cruel: Al-Nassr lo tuvo dos veces y Al–Ahli se lo arrebató en los penales. Empataron 2–2 en el tiempo regular y el título de la Supercopa de Arabia 2025 se decidió desde el punto fatídico: 5–3 para Al-Ahli. Cristiano marcó en el partido y también en la tanda; no alcanzó.
Golpe de autoridad y respuesta inmediata.
El inicio pintó de amarillo: El Comandante abrió la final con el 1–0 y pareció que Al-Nassr tenía la noche bajo control. Pero Al-Ahli ajustó líneas, igualó el pulso y encontró el 1–1 para devolver el equilibrio en un estadio hirviendo.
Con metros para correr, Al-Nassr volvió a ponerse arriba, pero el guion insistió en el drama: 2–2 y todo a la moneda. La sensación: al equipo de Jorge Jesus le faltó cerrar con colmillo lo que había construido con vértigo.
En los penales, Cristiano convirtió el suyo, serio, seco, al ángulo. Al-Ahli no tembló: cobros firmes, cinco adentro, y copa al cielo. Al-Nassr se queda sin la Supercopa por tercer año seguido, pese al impulso de figuras nuevas como João Félix, que venía de meter al equipo en esta final con un debut decisivo en semifinales.





