En Petco Park, los Padres impusieron su ley y derrotaron 5-1 a los Dodgers en un duelo que tuvo desde ponches de antología hasta batazos que terminaron siendo sendas puñaladas. Fue una noche redonda de los locales.
Silencio en la lomita y paliza al ataque rival.
Desde la lomita llegó el primer aviso: Nestor Cortes ponchó a Shohei Ohtani en la 1.ª entrada y marcó el tono. Así no. Luego, en la 4.º, Tyler Glasnow respondió haciendo lo mismo con Tatis Jr., y el silencio se convirtió en reacción certera.
Los batazos vinieron en forma: Ramón Laureano rompió el cero con un doble de dos carreras, y Jake Cronenworth aportó un sac fly para el 3-0 que comenzó a quebrar el ánimo visitante. En el octavo, cuando el hambre americano quiso reaccionar, Bogaerts sentenció con un doble de dos carreras (5-1) y le puso el candado al duelo.
Cierre con guante y serenidad.
Cuando lo pedía el escenario, Adrian Morejón se montó en la lomita y aseguró el final sin sobresaltos, coloreando la noche con un otoño anticipado.





