En Camden Yards, los Red Sox no dejaron dudas y se llevaron un triunfo contundente 5–0, gracias a una actuación dominante de Lucas Giolito desde la lomita y par de estacazos que dejaron claro quién mandaba esa noche.
Pitcheo que acecha y no afloja.
Giolito volvió a demostrar que cuando está encendido no hace concesiones: ocho entradas, apenas cuatro hits, 11 ponches… y el tanque sellado.
El bateo lo confirmaba: Trevor Story abrió la puerta con el homerun número 200 de su carrera, y David Hamilton la cerró con otro que rompió el candado. Dos disparos que marcaron la noche y sembraron la diferencia.
Red Sox 5 — Orioles 0. Boston demostró que tiene suma de armas: brazo, bateo y hambre competitiva. Giolito dominó, los maderos remataron y Camden fue territorio de Boston.





