En Camden Yards se vivió béisbol de altos vuelos: los Red Sox se impusieron 3–2 a los Orioles, gracias a la chispa inicial de Roman Anthony, la templanza de Brayan Bello y un homerun decisivo de Ceddanne Rafaela. (mlb.com)

Estallido de impacto.

Desde el primer turno, Roman Anthony dejó claro que llegaba con hambre: conectó un cuadrangular solitario en el primer inning y pintó el ambiente con rojo. Fue solo el inicio de una noche intensa.

Pitcheo que amarra el juego.

Bello dominó como pocas veces: controló, colgó siete entradas con fuerza y neutralizó a los Orioles cuando intentaron enjugar diferencias. Fue la columna que sostuvo este triunfo

Baltimore reaccionó con urgencia: Dylan Beavers empató con un doble en la segunda, más tarde Dylan Carlson puso adelante a los dueños del parque con otro doble clave. El juego subía de temperatura.

En la novena, el momento de inercia llegó de la mano de Ceddanne Rafaela. Un homerun que revirtió el juego y apagó la serie para los de Baltimore. Aroldis Chapman no murió en la lona: resistió con temple y selló el triunfo en 12 lanzamientos decisivos. 

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