En Wrigley Field, los Cubs trituraron a los Nationals con una ofensiva despiadada y un pulso ofensivo que dictó sentencia desde los primeros outs: victoria 11–5, sin contemplación para el rival.
Explosión inmediata.
Todo empezó en la misma entrada inicial: Pete Crow-Armstrong abrió el fuego con un sencillo alto de sacrificio que llevó a Ian Happ al plato (1–0). El momento fue solo el inicio. Nico Hoerner amplió la ventaja con un doble productor, y Dansby Swanson remató con un jonrón de tres carreras (0–5), todo en la primera entrada.
El bateo no bajó un cambio.
En la segunda, Reese McGuire soltó un HR solitario para seguir hiriendo. Después vino la lluvia de batazos que no perdonó: Luis García Jr. sacudió un HR de dos carreras en la cuarta (6-2) minutos después, Willi Castro remolcó dos con un doble (8–2) que retomó el control total de la pizarra.
Los Nationals intentaron responder.
Daylen Lile despertó con un triple en la cuarta y más tarde añadió un par de empujadas con otro triple en la sexta. Eso sirvió para acercar, pero no para marcar el hilo del juego. En esa misma entrada, Luis García Jr. volvió a molestar con un sac fly, el paraguas ofensivo del momento.
Sentencia en el plato.
Chicago nunca bajó. Crow-Armstrong conectó otro sac fly en la sexta; Hoerner lanzó un HR solitario (10-5) hay energía en el episodio; y en el octavo, Ian Happ decoró el desenlace con otro HR. La ofensiva fue una avalancha brutal.
Cierre sin drama.
Desde el bullpen, Porter Hodge cerró el juego sellando el outs finales en un formato implacable, con la sensación de que el partido estaba decididamente ganado hace rato.





