En el Chase Field, los Arizona Diamondbacks impusieron su ritmo desde el primer compás y controlaron el duelo ante los Red Sox con un pitcheo que ahogó y un ataque que pegó cuando tocaba. El resultado: 5-1 sin dudas.
En la parte alta del tercer inning, Arizona encendió motores: un doblete de Jake McCarthy impulsó a un compañero, seguido por un sac fly de Geraldo Perdomo. En ese minúsculo lapso, los D-backs ya estaban 3-0 arriba.
Boston responde con dignidad… corta.
El eco llegó con un sencillo productor de Masataka Yoshida en el mismo inning, que hizo sentir a los RedSox por un instante ganadores 3-1, apenas. Pero fue un susurro comparado con el bombardeo que seguiría.
Más tarde, McCarthy volvió a aparecer con un batazo que empujó otra carrera para el 4-1. Y cuando ya estaba el marcador encarrilado, en el séptimo, Alexander firmó un cierre con fuego: un sac fly que redondeó el 5-1 definitivo.
El momento que resume el choque: en esa misma octava alta, Blaze Alexander robó un jonrón impresionante an Alex Bregman. Una captura que sacudió el estadio y mató cualquier resaca ofensiva de Boston.
Diamondbacks 5 — Red Sox 1. Fue una clase magistral de control, de capitalizar temprano y de defensa que puso el candado. Los D-backs dejaron claro: en el desierto, mandan ellos.





