Carlos Alcaraz volvió a demostrar que el tenis ya le pertenece. En una final cargada de tensión y talento puro, derrotó a Jannik Sinner 6-2, 3-6, 6-1, 6-4 para levantar su segundo trofeo del US Open y recuperar el número 1 del ranking ATP.

A sus 22 años, el murciano ya suma seis Grand Slams, entrando a la élite de precocidad que solo habían pisado Björn Borg y Rafael Nadal. Lo hace con un estilo demoledor: potencia, precisión y un hambre insaciable que lo convirtieron en el amo del Arthur Ashe.

El duelo frente a Sinner no fue solo una final: fue otro capítulo de una rivalidad destinada a marcar época. Tres finales consecutivas de Grand Slam entre ambos en 2025 confirman que el futuro y el presente del tenis se disputan entre ellos… aunque en Nueva York, Alcaraz dictó sentencia.

Lo suyo no es solo ganar: es conquistar. El chico que hace unos años prometía ser heredero ya se consolidó como emperador del tenis mundial.

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