En el Coors Field, donde la pelota suele volar sin invitación, los Padres hicieron su magia: un 8-1 firme y sin concesiones, con bateo que conectó en el momento exacto y defensa que cerró como puerta blindada.
Chocazo temprano
Desde el primer momento, la chispa fue patente: Manny Machado sacudió un HR de dos carreras, abriendo el marcador y poniendo el ánimo a favor. Esa primera estocada fue el inicio del festival.
El novato se suma a los batazos
No pasó un turno sin que los novatos estallaran: Jackson Merrill conectó su décimo HR del año. La ofensiva estaba calibrada y con hambre de imponerse.
La noche también fue de guantes sin derrapes: Jake Cronenworth robó un jonrón con una atrapada magistral, esa que vale como marcador estadístico y como declaración de estilo.
Colorado intenta reaccionar
En esas que el rival quiere respirar, apareció Ezequiel Tovar con un sencillo productor para ponerle el “1” a bordo.
Se desata la paliza en el medio juego
Los Padres se adaptaron al dominio en el cuarto: Gavin Sheets la mandó a 451 pies, seguido por un sencillo impulsor de Freddy Fermín. Luego vino el walk con bases llenas de Machado y el HR de Ramón Laureano, culminando la paliza.
Cierre con ritmo y precisión
Después, Jackson Merrill anotó por wild pitch, redondeando la diferencia. Ron Marinaccio entró al relevo y aseguró el cierre sin pestañear.





