El Clásico en Fenway Park arrancó con drama desde la primera entrada. Los Yankees no tardaron en hacerse sentir: Trent Grisham fue golpeado, Ben Rice respondió con un doble y Aaron Judge recibió base por bolas. Con la mesa servida, Cody Bellinger levantó un elevado de sacrificio que trajo la primera carrera y silenció al público local.
Boston respondió manteniendo el duelo cerrado, pero en la quinta llegó un golpe que parecía definitivo. Con dos outs, Jazz Chisholm Jr. cazó un pitcheo y lo mandó a volar por el jardín derecho para un jonrón de dos carreras que amplió la ventaja visitante. El rugido neoyorquino fue breve, porque en el cierre Alex Bregman encendió a Fenway con un cuadrangular propio, también de dos carreras, devolviendo la esperanza a los Red Sox y apretando el marcador 3-2.
La tensión creció hasta la séptima entrada, cuando los Yankees volvieron a pegar con oportunismo: Judge y Bellinger conectaron de manera consecutiva y Chisholm respondió otra vez con un sencillo productor que estiró la diferencia a 5-2.
Boston intentó la heroica en el octavo capítulo. Jarren Duran se voló la barda con un batazo solitario que volvió a prender a la tribuna, acercando el score a 5-3. Pero la reacción se quedó corta. En la novena, con el juego en la línea, Aroldis Chapman tomó la bola. Pese a que Boston colocó corredores en base, el cubano sacó la casta y los outs finales, firmando el triunfo visitante.





