Clayton Kershaw se despide de la mejor manera del Dodgers Stadium.
Clayton Kershaw subió a la lomita sabiendo que sería su última apertura de temporada regular en el Dodger Stadium, una motivación extra para el histórico lanzador, que buscaba despedirse con triunfo y darle a los suyos el segundo juego de la serie.
Los Gigantes, sin embargo, quisieron aguar la fiesta desde temprano. Apenas en la primera entrada, Heliot Ramos conectó su cuadrangular número 18 de la campaña para romperle el cero a Kershaw. La respuesta de los angelinos llegó rápido: en la parte baja de la segunda, Miguel Rojas la sacó por el jardín izquierdo para empatar la pizarra.
El duelo se mantuvo cerrado hasta la cuarta, cuando Wilmer Flores conectó un sencillo al jardín central que impulsó a Matt Chapman, devolviéndole la ventaja a San Francisco.
La quinta entrada trajo el momento más emotivo de la noche. Dave Roberts salió al montículo para pedirle la pelota a Kershaw, concluyendo su última apertura en casa tras 18 años de carrera. El zurdo dejó números de 4 hits permitidos, 2 carreras (una por jonrón), 4 bases por bolas y 6 ponches, en una salida que arrancó ovaciones de todo el estadio.
En la parte baja de ese mismo inning, la ofensiva de los Dodgers explotó para honrar a su ídolo. Shohei Ohtani conectó un cuadrangular de tres carreras que impulsó a Kiké Hernández y Andy Pages, volteando el marcador. Poco después, Mookie Betts también desapareció la pelota para poner la quinta anotación angelina.
En la sexta, Andy Pages aumentó la ventaja con un doblete productor que llevó a Miguel Rojas al plato para el 6-2. Aunque los Gigantes recortaron una carrera más, no fue suficiente. Los Dodgers sellaron una victoria que trasciende lo deportivo: despedir a un histórico como Kershaw con el triunfo que merecía.
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