Major League Baseball está listo para dar uno de los pasos más grandes en su historia: aprobar el Automated Ball-Strike System (ABS Challenge) para 2026, y transformar (para bien o mal) cómo se juzgan los lanzamientos en cada juego.
Cómo funcionará el ABS
Cada equipo tendrá dos desafíos por juego, y si logran que se revierta la llamada, conservan ese desafío.
Sólo el lanzador, el receptor o el bateador podrán iniciar el reto, justo después del lanzamiento. Se hará con un toque de gorra o casco. Nada de ayuda del dugout.
En entradas extras, si un equipo se queda sin desafíos, se le otorgará uno extra al inicio de esa entrada.
El sistema empleará cámaras (como Hawk-Eye) para rastrear cada lanzamiento, y si el desafío procede, el marcador o pantalla mostrará el resultado casi al instante.
¿Qué cambia, qué se queda igual?
El árbitro humano seguirá haciendo la llamada original de bola o strike; el ABS entra solo cuando alguien lo desafíe. No será un “robot umpire” total, al menos no todavía.
El sistema ya se probó en ligas menores, en spring training y en el All-Star Game de 2025, lo que da un colchón para su implementación completa.





