En Fenway, los Red Sox consiguieron una victoria vital de 4-3 sobre los Tigers, decretando su entrada al sueño que persiguen: los playoffs. Con el estadio encendido, Boston resistió hasta el final y se ganó el derecho de disputar octubre.
Detroit golpeó primero con un rally de tres carreras en el cuarto episodio, aprovechando conexiones oportunas y presión constante. Pero los Red Sox respondieron con temple. En el quinto, Masataka Yoshida encendió la remontada con un sencillo productor. En el séptimo, Nathaniel Lowe aportó con un elevado de sacrificio que recortó la diferencia.
Cuando parecía que el empate se consumaba, Boston encendió la chispa final en la octava entrada: Nate Eaton robó segunda y tercera, y Jarren Duran lo impulsó con un sencillo certero. Con ese 4-3 bajo el brazo, el bullpen cuidó el resto; el cierre fue firme, sin concesiones.
Este triunfo no solo rompe una racha negativa: coloca a los Red Sox en octubre con vida. En un juego de nervios, errores mínimos y mucha garra, Boston conquistó su pase y escribe una nueva página hacia la postemporada.





