En el MetLife Stadium se vivió un partido que devolvió la esperanza a Nueva York: los Giants cortaron la mala racha con un triunfo de 21-18 sobre los Chargers, en un duelo que combinó corazón, ajustes defensivos y el brillo inesperado de un novato.

El show de Jaxson Dart

El mariscal debutante Jaxson Dart se adueñó del escenario. Con movilidad y calma bajo presión, metió ritmo a la ofensiva y conectó con Theo Johnson para touchdown en la segunda mitad, confirmando que su presencia puede cambiarle la cara al ataque de Nueva York.

Un inicio con golpe de autoridad

Desde el primer cuarto los Giants mostraron hambre: Dart lideró una serie que culminó con la carrera personal de Cam Skattebo para abrir el marcador (7-0). Poco después, Jude McAtamney amplió con un gol de campo, mientras que los Chargers respondieron con un bombazo de Justin Herbert a Quentin Johnston, que recortó distancias y encendió las alarmas.

Respuesta angelina y defensa decisiva

En el complemento, Omarion Hampton prendió fuego con una carrera de 54 yardas que puso a los Chargers a tiro (21-18). Sin embargo, la fallida conversión de dos puntos los dejó contra las cuerdas. A partir de ahí, la defensa de los Giants se agrandó, cerró filas y sostuvo cada embate de Herbert hasta el final.

Noche épica en Nueva York

El reloj se apagó con los Giants abrazando una victoria que sabe a renacimiento. Ante un rival de peso y con la temporada en juego, Nueva York encontró en Dart chispa y confianza, y en su defensa el carácter que tanto reclamaba la afición. Un triunfo que enciende ilusión en el MetLife.

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