En el Bronx, los Red Sox dieron un primer golpe en la serie Wild Card al vencer 3-1 al equipo local, apoyados por una salida dominante de Garrett Crochet y un bullpen que resistió hasta el final.
Crochet impuso su ley: lanzó 7 entradas, permitió apenas una carrera, aceptó cuatro hits y ponchó a 11 rivales, siendo la clave del triunfo. Los Yankees se adelantaron temprano con un jonrón solitario de Anthony Volpeen la segunda entrada, pero Boston reaccionó en el séptimo cuando Masataka Yoshida conectó un sencillo de dos carreras que volteó el marcador a 2-1. En la novena, Alex Bregman remató con un sencillo impulsor que puso el 3-1 decisivo.
El bullpen de Boston hizo el trabajo restante: Aroldis Chapman subió con las bases llenas en el noveno inning pero logró apagar la amenaza y cerrar el juego, sellando la victoria para su equipo.
Fue un triunfo que combina maestría en la loma, oportunidad ofensiva y control mental en la presión: los Red Sox llegan a Nueva York con ventaja 1-0 en esta serie clásica contra los Yankees.





