La adrenalina sostiene, pero el cansancio no perdona. Andrés Muñoz lo sabe mejor que nadie. El mochitense ha sido el eje silencioso del bullpen de los Mariners, lanzando en cinco de los siete juegos que lleva Seattle en esta postemporada. En dos de ellos, incluso, ha ido más allá de una entrada, algo inusual para él: durante toda la temporada regular solo había superado los tres outs una vez en 64 apariciones.

El contexto lo explica todo. Seattle está 2-0 arriba en la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante Toronto, y cada triunfo ha llevado la firma de su cerrador. Muñoz acumula 6.1 innings en estos playoffs sin permitir carrera, con cinco ponches, dos boletos y dos salvamentos.

Es su segunda experiencia en postemporada la primera fue en 2022, pero esta versión del mochitense y de los Mariners es distinta. Consolidado desde 2023 como uno de los mejores taponeros de las Grandes Ligas, Muñoz ha aprendido a convivir con la exigencia de octubre y con el desgaste que implica estar disponible casi todos los días.

Cada vez que tenemos un juego, nos preparamos de la mejor manera posible”, dijo Muñoz, quien firmó una temporada regular de 1.73 de efectividad en 62.1 entradas, con 38 salvamentos la tercera cifra más alta de MLB, un 32.7% de ponches y WHIP de 1.03.

La frase resume su presente: 70.1 innings lanzados en el año, un cuerpo exigido al límite y un brazo que todavía responde. Su slider, uno de los más letales de la liga (valor de carreras de +15, percentil 99 de MLB), y su recta de 98.4 millas por hora siguen marcando la diferencia.

El manager Dan Wilson lo ha usado con frecuencia, confiando en su capacidad para cerrar momentos críticos. Y aunque el calendario aprieta, el mexicano se apoya en su preparación física:

“Creo que la clave para mí han sido los entrenadores físicos”, explicó. “Me han ayudado a alistarme para los juegos y creo que son lo más importante para que estemos preparados para un partido”.

La parte emocional tampoco es menor. Los Mariners vienen de ganar un Juego 5 de 15 entradas ante Detroit, apenas un día antes de abrir la serie contra Toronto. El agotamiento mental es real, pero la motivación también.

“Creo que todo el mundo está bien motivado ahora mismo”, contó Muñoz. “Hemos soñado con esto durante toda la temporada y durante muchos años, y ésta es una gran oportunidad para nosotros. No queremos dejar de aprovecharla, así que daremos lo mejor de nosotros en el terreno”.

A sus 26 años, “El Plebe” es la imagen perfecta del momento de Seattle: potencia, carácter y resiliencia. Su mayor rival ya no está en el plato. Está en el calendario.

Y mientras su brazo aguante, los Mariners seguirán soñando con octubre.

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