Lo que empezó como una historia perfecta en McLaren dos jóvenes talentosos peleando por el título hoy parece convertirse en una novela llena de miradas incómodas.
Lando Norris y Oscar Piastri chocaron entre sí en el Sprint del Gran Premio de Estados Unidos, y ambos terminaron fuera de la carrera. Una escena que refleja lo que muchos ya sospechaban: la armonía en McLaren pende de un hilo.
Piastri, que llega como líder del campeonato, había advertido hace semanas que “la competencia interna está al límite”. Y no exageraba. En Singapur ya hubo roce directo entre ambos, y aunque Zak Brown intentó apagar el fuego diciendo que solo era “racing duro”, dentro del equipo reconocen que las cosas se pusieron serias.
El incidente de Austin solo confirmó el deterioro de la relación. Piastri y Norris se cruzaron al salir de pista, sin daños personales, pero con consecuencias deportivas y emocionales. Ambos abandonaron, McLaren perdió puntos valiosos y el ambiente se volvió espeso.
McLaren sigue siendo el mejor auto de la parrilla, pero la presión de tener a sus dos pilotos peleando por el mismo sueño empieza a pasar factura. Piastri lidera el campeonato por 22 puntos, Norris lo persigue con rabia y Brown intenta mantener la calma… aunque sabe que cada carrera será un campo minado el cual Max Verstappen aprovechará al máximo.
Lo que pasa en pista ya no se trata solo de puntos, sino de orgullo.
Y en McLaren, el ego está corriendo más rápido que los monoplazas.





