La nueva temporada arrancó con un cabezazo directo a la realidad para los Lakers. Sin LeBron James fuera por ciática y con Luka Dončić a la cabeza, el equipo cayó 119-109 ante los Warriors en el Crypto.com Arena. 

Dončić lo intentó con todo: 43 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias, casi un triple-doble de estreno. Pero él solo no pudo con la tormenta que se desató frente a él. 

Los Warriors hicieron todo lo que los Lakers no: ajustaron estrategia, conservaron calma, y en el tercer cuarto clavaron un parcial demoledor que cambió el guion: 19-4 de inicio que desmoronó al equipo local. 

El hueco dejó ver múltiples grietas: movimientos lentos en transición, falta de consistencia en tiros de tres, y un doloroso vacío en liderazgo desde el banco. La ausencia de LeBron no es excusa, es realidad. Y Los Ángeles la está descubriendo en el peor momento. 

Este partido no solo fue una derrota. Los Lakers todavía están en construcción, y el reloj avanza sin piedad. Si el nuevo capítulo con Dončić debe ser diferente, tendrá que demostrarlo más allá de grandes números individuales. Tendrá que ganar en equipo.

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