Desde el inicio del encuentro se notó la ausencia de las máximas figuras de los Lakers. Sin LeBron James ni Luka Doncic, el equipo angelino lució desconectado y sin un referente claro en ataque. La falta de liderazgo se sintió en cada posesión, con errores en la circulación del balón y una defensa que permitió tiros cómodos. Portland, en cambio, aprovechó desde temprano para imponer ritmo y confianza, liderado por un inspirado Deni Avdija, que con energía, visión y determinación marcó la diferencia.

En el segundo cuarto, los Trail Blazers comenzaron a tomar el control total del juego. Jrue Holiday manejó los tiempos con su habitual inteligencia, repartiendo el balón y castigando desde la media distancia. Jerami Grant se mostró certero en el uno contra uno y, junto a Avdija, encendió la ofensiva visitante. Portland cerró el primer tiempo arriba 57-51, aprovechando las desconcentraciones defensivas de unos Lakers que no encontraban respuestas ni en el banquillo.

Tras el descanso, Holiday siguió dominando con 24 puntos, 5 asistencias y 6 rebotes, mientras Grant aportó 22 unidades y Avdija firmó un gran partido con 25 puntos. Los Blazers movieron el balón con paciencia, castigando cada rotación tardía de Los Ángeles. Por el lado local, Austin Reaves fue la única chispa encendida: una noche espectacular con 41 puntos y 5 rebotes. Deandre Ayton intentó acompañar con 16 puntos y 8 rebotes, pero su aporte no alcanzó para frenar el vendaval de Portland.

El cierre fue un reflejo del resto del encuentro: los Lakers sin energía, sin dirección y con pocas ideas ofensivas. Portland jugó con autoridad, moviendo la bola y cerrando espacios, hasta concretar una victoria clara 122-108 en el Crypto.com Arena. La caída deja a Los Ángeles con una imagen preocupante, mostrando su total dependencia de sus estrellas y dejando más dudas que certezas de cara a los próximos juegos.

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