La calma empieza a regresar al norte. Los Raptors sumaron su segunda victoria consecutiva tras vencer 117-104 a los Memphis Grizzlies, firmando un partido de carácter y equilibrio en ambos costados de la duela.

Con RJ Barrett y Brandon Ingram como ejes ofensivos 27 y 26 puntos respectivamente, Toronto encontró fluidez, agresividad y una química que parecía extraviada durante su racha de cuatro derrotas seguidas. La victoria del viernes ante Cleveland no fue un espejismo: el equipo volvió a lucir conectado, dominando los tableros y marcando el ritmo desde el primer cuarto.

Scottie Barnes volvió a mostrar su crecimiento como líder silencioso con una actuación completa: 19 puntos, 12 rebotes, ocho asistencias y cinco bloqueos, el alma defensiva del conjunto. El novato Collin Murray-Boyles también dejó su huella con 15 unidades desde la banca, aportando energía y control en momentos clave.

Del otro lado, los Grizzlies sintieron la ausencia de Ja Morant, suspendido un juego por conducta perjudicial al equipo. Sin su estrella, Memphis perdió claridad y ritmo ofensivo. Jaren Jackson Jr. lideró con 20 puntos y Santi Aldama aportó 15, pero el esfuerzo no alcanzó para frenar el empuje de Toronto, que manejó el cierre con autoridad.

Ambos equipos estuvieron imprecisos desde el perímetro Toronto con 11 de 37 en triples y Memphis con 11 de 35, pero los Raptors compensaron con rebotes ofensivos y una defensa que asfixió a los Grizzlies en la segunda mitad.

Con esta victoria, Toronto mejora su récord y demuestra que su proyecto empieza a estabilizarse. Ingram y Barrett se consolidan como una dupla letal, Barnes confirma su rol de ancla, y el Scotiabank Arena vuelve a vibrar con la sensación de que los Raptors, poco a poco, están de regreso.

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