En el Gillette Stadium no hubo sorpresa, pero sí una confirmación: New England tiene mariscal, tiene corredor… y tiene rumbo. Los Patriots vencieron 27-14 a los Jets, afianzaron el liderato del Este y firmaron un partido que, sin ser perfecto, mostró por qué este equipo ya compite como una versión seria y madura.
Los Jets golpearon primero. Justin Fields abrió la noche con una serie de ocho minutos que terminó en un acarreo de 5 yardas para el 7-0. Parecía que la visita llegaba lista para incomodar… hasta que TreVeyon Henderson decidió que ya era hora de tomar el control.
El corredor novato (que ya no juega como novato) respondió con dos anotaciones calcadas en el segundo cuarto, ambas de 7 yardas, ambas destruyendo ángulos defensivos, ambas cargando literalmente a New England hacia adelante. El 14-7 al descanso cambió por completo el guion.
En el tercer cuarto, Drake Maye mostró la calma y la precisión que lo están convirtiendo en la franquicia de este proyecto. El QB conectó con Henderson en la zona roja para su tercer touchdown del partido, una jugada simple, limpia y ejecutada perfecta. 21-7. Dominio total.
Los Jets aún intentaron meterse con un pase de Fields a Metchie III para el 21-14, pero ahí se acabó todo. Cuando New England necesitó cerrar el partido, lo hizo con la frialdad de un equipo que ya sabe cómo rematar: dos goles de campo de Andy Borregales, defensa sin errores y un reloj bien administrado.
En números, los Patriots firmaron una noche sólida:
– 336 yardas totales, sin entregas de balón.
– Maye: 25/34, 281 yardas, 1 TD, once drives con control y lectura inteligente.
– Henderson: 19 acarreos, 62 yardas y 3 TD totales, cada vez más figura del ataque.
– Diggs: 105 yardas, otra vez el receptor de confianza.
– La defensa: 0 entregas, 31:56 de posesión, sin permitir que Fields respirara.
New England no solo le ganó a los Jets: se ganó a sí mismo, apostando por su identidad. Juego terrestre fuerte, un QB que ya no se acelera, una defensa física y un staff que está encontrando el ritmo.
Los Patriots se colocan 9-2 y mandan un mensaje claro:
Si alguien quiere discutir el Este de la AFC… tendrá que pasar por el Gillette Stadium.





