El secretario de Estado, Marco Rubio, detalló que EE.UU. desplegará más de 400 funcionarios consulares adicionales y que el 80% de los consulados ofrecerá citas en un máximo de 60 días para quienes usen el ‘FIFA Pass’.
Eso sí: tener boleto NO garantiza visa. La revisión es la misma; lo único que cambia es que te adelantan en la fila.
Infantino sonríe, Trump calcula
Gianni Infantino celebró la medida como “América dando la bienvenida al mundo”.
Trump, más pragmático, habló de números:
Hasta 10 millones de visitantes, 185,000 empleos generados, 30 mil millones de dólares en ganancias, 17,200 millones para el PIB estadounidense.
El mensaje es claro: si el Mundial deja dinero, la puerta se abre un poco más.
El Mundial mueve montañas… incluso políticas migratorias
El acuerdo no es casualidad. Infantino presionaba desde hace meses para garantizar que las restricciones migratorias de Trump no afectaran el torneo con 78 de 104 partidos en suelo estadounidense.
Incluso frenó según reveló la nota original un movimiento dentro de UEFA que buscaba suspender a Israel, temiendo que una escalada política terminara endureciendo aún más el clima diplomático previo al Mundial.
Entre visas exprés y realidad política
El ‘FIFA Pass’ no cambia la naturaleza del gobierno estadounidense, todavía marcado por restricciones, vetos y la promesa de la mayor deportación masiva en la historia.
Pero el fútbol otra vez funciona como llave maestra.
El Mundial 2026 exige estadios llenos, turistas gastando y fotos oficiales con estadios repletos. Trump lo entendió y abrió una ventana… pequeña, condicionada, pero suficiente para que millones intenten colarse por ella.





