Todo parece indicar que el 2026 traería cambios en la máxima categoría del balompié nacional.
Los Potros de Hierro del Atlante están muy cerca de regresar a la primera división del fútbol mexicano, y tristemente no será por mérito deportivo, sino por la posible compra de otra franquicia.
Dicen que “el que a hierro mata, a hierro muere”, y parece que eso podría repetirse en el máximo circuito del balompié nacional. Vale recordar que, en plena pandemia en 2020, Monarcas Morelia desapareció para mudarse a la Perla del Pacífico, naciendo así el Mazatlán FC. Aquel movimiento golpeó fuerte a la afición, pues Morelia se había convertido en un club querido y competitivo: después de salvarse del descenso en 2017, volvió a liguillas, disputó finales de Copa MX y se mantuvo como un animador constante del torneo.
Mazatlán prometía convertirse en una plaza atractiva: estadio nuevo, ciudad turística, ambiente fresco y potencial comercial. Pero los resultados nunca acompañaron. El equipo se estancó en los últimos lugares, provocó tribunas vacías y, en la mayoría de los partidos, la afición visitante era mayoría. A esto se sumó el pago constante de multas por la tabla porcentual, lo que limitó aún más la inversión en el plantel e impidió consolidar un proyecto competitivo.
Mientras tanto, en la Liga de Expansión, Atlante se convirtió en el equipo más sólido y dominante de la categoría, conquistando varios títulos y demostrando tener un proyecto digno de Primera División. Aun así, la eliminación del ascenso y descenso los dejó estancados en la división de plata, pese a ser uno de los clubes con más tradición en México.
Hoy el panorama cambió. Los rumores apuntan a que Grupo Salinas estaría buscando vender al Mazatlán FC, y el Atlante ha levantado la mano para quedarse con la franquicia, lo que significaría su regreso inmediato a la Liga MX. Bajo las reglas actuales de la Federación Mexicana de Futbol, esta vía es la más rápida (quizá la única) para que los Potros regresen al máximo circuito.
La operación podría concretarse en la Asamblea de Dueños de mayo de 2026, momento en el que se definiría si Atlante no solo vuelve a la Liga MX, sino también a su histórica casa: el Estadio Azteca, que retomaría como sede.
El fútbol mexicano está ante una nueva sacudida. Y aunque el regreso del Atlante ilusiona a muchos, también deja una reflexión inevitable: la Primera División sigue sin recuperar el ascenso deportivo, pero sí continúa abriendo la puerta a los cambios por escritorio.
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