Los Diablos se coronan tras vencer a los Tigres en la tanda de los penales.
Los Diablos del Toluca son bicampeones del fútbol mexicano tras venir de atrás, empatar una final que parecía perdida y coronarse en una cardiaca tanda de penales en la que incluso los arqueros cobraron desde los once pasos.
El encuentro arrancó con intensidad total, pues Toluca buscaba empatar el global luego de haber perdido por la mínima el duelo de ida. Sin embargo, el plan no salió como esperaba Antonio Mohamed y compañía, ya que apenas al minuto 14 Fernando Gorriarán desvió un tiro libre cobrado por Gignac, enviando el balón al fondo del arco y colocando el 2-0 en el marcador global, obligando a los Diablos a remar contracorriente para defender su corona.
Tras la primera anotación, Tigres continuó dominando el esférico. Los dirigidos por Guido Pizarro habían logrado algo que parecía imposible: controlar el fuego del Infierno. No obstante, para desgracia de los felinos, faltando pocos minutos para el descanso, Helinho rompió la línea defensiva de Tigres y, con una gran acción individual, igualó el marcador del partido y recortó la distancia en el global, convirtiéndose en un envión anímico clave para los mexiquenses. Con ese gol, Toluca se fue al descanso con el 1-1 (2-1 global).
En el inicio del segundo tiempo, la tónica del encuentro cambió por completo. Toluca se adueñó del balón, en gran parte porque Tigres decidió replegarse en su propio campo. El planteamiento de Pizarro no funcionó y al minuto 52 apareció Paulinho, tricampeón de goleo de los Diablos, para marcar el 2-1 del partido, empatar el global y arrebatarle momentáneamente el título a Tigres, dejando claro que los felinos sufrirían en el Infierno.
Tras el empate global, Pizarro movió rápidamente sus piezas y una de sus decisiones fue sacar a André-Pierre Gignac al minuto 57, en lo que muy probablemente fue el último partido del francés con la camiseta de Tigres. Con los ajustes, los felinos recuperaron el dominio del balón, pero carecieron de contundencia en la definición, algo que terminaría costándoles muy caro.
Los 90 minutos reglamentarios finalizaron con el marcador global empatado 2-2, enviando la gran final a los tiempos extra. En el alargue, ambos equipos se respetaron y no lograron romper la igualdad, por lo que el campeonato se definió desde la tanda de penales.
Desde los once pasos se vivió una tanda histórica en finales del fútbol mexicano, ya que cobraron los 11 jugadores de ambos equipos, reiniciando la serie. En la segunda ronda de disparos, Ángel Correa falló su penal, lo que dejó la responsabilidad en los pies de Alexis Vega. El mexicano no falló y convirtió el disparo que le dio a Toluca su doceavo título de liga, igualando al Guadalajara como el segundo club más ganador en la historia del fútbol mexicano.
El caso de Alexis Vega es digno de reconocimiento. Tras un complicado paso por Guadalajara y después de no jugar desde octubre debido a una lesión, el atacante respondió en el momento más importante, aportando minutos clave y marcando el penal decisivo que selló el bicampeonato escarlata.
Con este logro, Toluca se une a un selecto grupo de clubes bicampeones del fútbol mexicano, junto a León, América, Atlas y Pumas, escribiendo una nueva página dorada en su historia.






