Los Philadelphia Eagles se llevaron un triunfo de esos que se sienten como sobrevivencia: vencieron 13–12 a los Buffalo Bills en un partido marcado por lluvia fuerte de principio a fin, pocas ventanas para el error y un cierre que se decidió en la última jugada. Buffalo tuvo la victoria en sus manos con una conversión de dos puntos… y la dejó ir.

El arranque tuvo un giro clave desde temprano. Josh Allen cometió un fumble y Philadelphia aprovechó el regalo para construir una serie larga que terminó en touchdown: Jalen Hurts conectó pase corto con Dallas Goedert para anotar desde la yarda 1 y poner el 7–0. Con el clima complicando el manejo del balón, ese primer golpe pesó más de lo normal.

En el segundo cuarto, los Eagles encontraron su fórmula: evitar errores y sumar puntos cuando se presentara la oportunidad. Jake Elliott respondió con dos goles de campo, uno de 47 yardas y otro de 28, para estirar la ventaja a 13–0. Philadelphia no dominaba con explosividad, pero sí con control: puntos, posesiones largas y defensa.

La segunda mitad se jugó como una pelea de resistencia. Buffalo fue ganando terreno poco a poco, insistiendo con el brazo y las piernas de Allen, y guardando su mejor empuje para el último cuarto. Ahí llegó la presión real: los Bills anotaron su primer touchdown con Allen por tierra desde 2 yardas para el 13–6, pero el momento tuvo un costo enorme: el pateador falló el punto extra, dejando a Buffalo con la obligación de buscar dos puntos en algún punto del cierre.

Y el final fue de película. Con el reloj agonizando, Buffalo armó un último drive y, con 5 segundos en el reloj, Allen volvió a entrar por tierra, ahora desde 1 yarda, para acercar a los Bills 13–12. La decisión fue directa: en vez de patear por el empate, Buffalo fue por la victoria con la conversión de 2 puntos. La jugada estaba ahí… Khalil Shakir quedó solo, pero Allen falló el pase y el balón cayó incompleto. Philadelphia resistió la última embestida y se quedó con el resultado.

En las estadísticas, Jalen Hurts hizo lo justo y cuidó el balón: 13/27, 110 yardas, 1 TD y 0 INT (QBR 73.3), con Saquon Barkley sosteniendo el juego terrestre (19 acarreos, 68 yardas) y A.J. Brown como el blanco principal (5 recepciones, 68 yardas); el touchdown fue de Dallas Goedert (3 recepciones, 8 yardas, 1 TD) y DeVonta Smith aportó 2 para 25. Del lado de Buffalo, Josh Allen acumuló producción (23/35, 262 yardas, 0 TD, 0 INT; QBR 95.5) y además cargó con 2 TD por tierra (7 acarreos, 27 yardas), mientras James Cook sumó 74 yardas en 20 acarreos y Khalil Shakir terminó con 6 recepciones para 35 yardas, siendo el objetivo en la conversión de 2 que fallaron al final. Philadelphia ganó en condiciones pesadas y por detalles; a Buffalo se le fue entre el punto extra fallado y el pase incompleto en la última jugada.

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